Saturday, November 26, 2011

Un mundo mejor

Poco importa el momento
para escuchar las voces de la brisa
Poco importan los ruidos
si la canción se escucha desde adentro

Toda sonrisa
hace del mundo un mejor lugar
Toda palabra
invoca un poder que no comprende

Si observas el paisaje
te conviertes en parte del paisaje
tu atención se convierte
en una hoja cargada por el viento
que abandona tu cuerpo
y viaja
hasta el lugar que siempre había añorado

Inútil es negarse
si el rugido del mar te está llamando
Si en tus venas la sangre hierve
es en vano tratar de ser el mismo

Nada es nunca lo mismo
para seres de luz
que fluyen y atestiguan y reposan
Abandonando la crisálida
descubren una nueva dimensión
y alternativas nuevas

Nunca descanses
Nunca
dejes que crezcan tus raíces
conviértete en semilla
y cae eternamente

El mundo es un lugar extraño
de misterios sencillos y profundos
La belleza se oculta a cada paso
Y la muerte también
Y también hay en ella belleza

Sus cuencas vacías
atraen e invitan al vuelo
de la renovación perpetua

Poco importa el momento
o las inútiles preocupaciones

Poco importan
porque cada paso es la puerta a un mundo nuevo
y sin regreso

Poco interesa un ensueño o un temor

Sólo importa
abrir una ventana
y salir volando


Juan Andres Alzate - 1998

Saturday, November 5, 2011

La orgía de los cuatro elementos

Pasaría una tra otra
quinientas, mil películas,
para que tú las vieras,
abrazándote en el breve lapso
entre una y otra,
abrigándote con mi cuerpo
y respirando
esa serenidad que inunda los salones donde habitas.

Mas el camino que conecta
tu puerta con la mía,
mi puerta con la tuya,
a veces se bifurca,
a veces se prolonga,
a veces se dilata,
a veces se oscurece...

Y mientras tanto se acumulan las películas
en el armario
y los actores se van volviendo viejos,
viejas las tramas,
acumulamos días en el rostro,
dejamos atrás otro milenio
tratando de asentarnos en este planeta
y seguimos igual de despistados,
casi igual de ignorantes que al comienzo.

Y a veces me pregunto
porqué nos esforzamos
porqué no dejar todo
una mañana tranquila...

Tu risa es la respuesta,
tu risa que es la orgía
de los cuatro elementos,
el sexo del planeta,
la vida que es un sueño
que se explica a sí mismo,
sin justificaciones,
excusas o pretextos,
tu risa que es la risa
de todas las criaturas
y la vida que inunda
inhóspitos rincones
y tranquilas praderas
por igual.

Y así pasan, una tras otra,
quinientas y mil vidas
y en el lapso entre una y otra
nos abrazamos
desprovistos de nuestros cuerpos...

Y así,
sin garantía ni promesa alguna
prosigo este camino,
corto o largo no importa,
prosigo caminando
en busca de tu risa,
en busca de la serenidad que inunda
los salones donde habitas,
en busca de la cima más alta de las cordilleras
y del horizonte que se extiende más allá.


Juan Andrés Alzate

Adan y Eva, por Lucas Cranach el Viejo, 1533


Rezago de la guerra en la posguerra

Rezago de la guerra en la posguerra

Un soldado no acepta la derrota
oculto como un gato debajo de un armario
acecha a los que cruzan el camino

¿Qué señales espera?

Imperceptiblemente
se arrastra en su trinchera
hasta el parque central
y en la mitad del día
levanta su fusil y salta enfrente
gritando un nombre muerto
y disparando al cielo su desesperación

Luego llora en silencio

Juan Andres Alzate - 2000

Monday, October 24, 2011

Dónde Estabas (Cuando cayeron las murallas)


Ante la vaguedad sin tiempo ni color
se estremece la aura y el tiempo se diluye,
se deshiela el pasado y el espíritu fluye
entre fluidas nieblas sin espanto ni horror.

Pusilánime historia de miedo y deshonor
han tallado en las piedras. El guerrero que huye
sobrevive y la escribe. El que lucha destruye
y a la vez se destruye. Sólo queda dolor.

Las rocas que formaban la ciudad se han perdido.
En un rincón del tiempo las hemos escondido.
Muy lejos de mi sombra enterré mi armadura.

En su interior mi cuerpo se pudre y desvanece.
Entre las nuevas ruinas, bajo la tierra crece
la roca que no cae y la luz que perdura.

Juan Andres Alzate



Después de algunos años de no escribir, este fue uno de los poemas que rompió mi silencio, por allá al comienzo de los 90s. Está escrito en una forma muy clásica: un soneto en versos alejandrinos con rima consonante, una forma muy común a finales del siglo XIX, durante el albor del "modernismo".

Este poema habla de la guerra, de los conflictos, partiendo del concepto de que el tiempo es como una película pasando por una cámara: a cada segundo, innumerables cuadros quedan fijos creando así un monumento a la historia. Un relato que no es narrado por un observador imparcial, sino por los sobrevivientes: por los que huyeron. La guerra no tiene ganadores. El que lucha destruye y se destruye.

Las rocas se convierten en el elemento vivo que fluye a través del tiempo: las rocas que formaban la ciudad, caen bajo los golpes de los cañones, mientras en la tierra se forman rocas que aún no forman parte de la ciudad, rocas que una vez enaltecidas no van a caer. Pero el observador que narraba la historia, para entonces se ha hecho parte del pasado.

Mirando el momento presente: Libia, Afghanistán, Irak, Israel, Palestina, tantas guerras cobardes y fratricidas, viendo cómo los liberadores y los héroes se tornan en asesinos, tratando de discernir la diferencia entre la palabra "assassination" (asesinato de una figura de poder) y "targeted killing" (dar de baja a un objetivo), investigando dónde se cruza la línea entre la legalidad y la ilegalidad de la acción, viendo cómo las aeronaves no tripuladas se convierten en guerreros estrellas sacados de una película de ciencia ficción, probablemente de "Galáctica", y siendo testigos de cómo una dictadura autoritaria se remplaza por leyes teocráticas autoritarias... Era inevitable traer al recuerdo este poema.

Foto Reuters. Lo que queda: un soldado revolucionario dispara su rifle al aire en celebración en Libia. Atrás de él quedan las ruinas de una ciudad destruida por los combates.



Wednesday, October 19, 2011

Momentos en la vida

Momentos en la vida

Un corazón se atormenta
Cierro los ojos y veo
tu rostro y tiene sentido
Cuando los abro te eclipsas

Tras la pared hay un niño
a mil años de distancia

Llanto a punto de brotar
La emoción tiembla en los ojos
Hay gemidos en los bosques
y lluvia en el horizonte

Tu cuerpo inerte en las aguas

Estrellas en tus cabellos
Aire viciado y dormido
Las miradas delirantes
El aroma enrarecido

La muerte siempre rondando
Las velas forman un círculo
El círculo está cerrado
Yo espero y mientras espero
Tiño de negro tu tálamo.


Juan Andrés Alzate

Ophelia, by John Everett Millais






Wednesday, October 12, 2011

De qué se hace un poema?

A veces me pregunto
De qué hacer un poema.
De qué se deben hacer los poemas?

Debe hacerse el poema de la narración de mis vivencias
como una autobiografía?

O de la descripción de aquellas cosas
que me emocionan,
aunque sean tan ajenas
como una puesta de sol
o la mirada que intercambian una madre y su infante?

O de la construcción intelectual,
del ejercicio retórico,
o del relato de los eventos históricos y sociales,
o de su interpretación
filosófica, política o ideológica?

A veces me pregunto
dónde termina el arte
y comienza el oficio,
la excentricidad o la costumbre.

Y a veces una frase
me obsesiona,
es un hallazgo.
A veces una imagen
o el deseo de usar un adjetivo,
y a veces es un título,
o un comienzo, o un final...

Y se aferran de mí, y no me sueltan.
Se repiten innumerables veces,
van conmigo al trabajo y a la tienda,
duermen y despiertan a mi lado,
bajo mi frazada,
y al fin me rindo a ese hallazgo
subyugador.
Tomo un papel y un lápiz
y permito que brote.
A veces es un parto fácil,
a veces es muy doloroso,
y a veces simplemente es emocionante.

Y después
quedo mirando
mi trozo de papel que ya no está vacío,
el lápiz en mi mano o en mi boca,
las paredes familiares y la luz de la ventana
y por un segundo, un breve instante,
me siento tan ajeno, tan distante...

Después leo el papel,
saboreo las sílabas y las palabras
y a veces me pregunto qué es aquello
y a veces me pregunto
de qué hacer un poema...


Comentario: La verdad es que en los últimos años no he escrito mucha poesía. Este poemita es tal vez uno de los más recientes. Creo que ya tiene casi 5 años. Uno de mis cuestionamientos es si la poesía tiene vigencia en este momento. Un medio artístico tan frágil, tan etéreo, qué posibilidades tiene de subsistir y de sobrevivir en medio de la cultura pop y la ubicuidad de los medios informáticos. Recordando los últimos días de Jim Morrison (hace ya 40 años), queda de relieve que él tuvo cuestionamientos similares cuando abandonó The Doors y viajó a Francia para dedicarse a escribir poemas, y una vez allá se encontraba desubicado, deprimido ante la ausencia del calor de los escenarios y el aplauso del público en los conciertos.

Hoy por hoy los pintores ponen un status en Facebook cuando hacen el bosquejo, luego suben fotos casi en tiempo real de su trabajo en progreso, reciben sugerencias para detalles como el título, el fondo, los colores... Difícilmente han completado su obra cuando ya pueden ofrecer serigrafías impresas bajo demanda. La labor artística ha dejado de ser ese mundo aislado y solitario que solía ser. Recuerdo a Diego Fallón:

"Se acerca el centinela de la muerte:
he aquí al Silencio, sólo en su presencia
su propia desnudez el alma advierte,
su propia voz escucha la conciencia"

Dónde quedó ese silencio del artista? Hoy estamos saturados de comunicación, de fotografías digitales, de teléfonos inteligentes. Dónde quedó la soledad monástica de los creadores?

Algo se ha perdido definitivamente. Y así como la tecnología va dejando obsoletas cosas lindas como la máquina de escribir manual, la cámara polaroid, la fotografía en película, el cassete, el disco de vinilo, el CD, la película en Super 8, la cinta de VHS, el DVD, el diario impreso y el libro impreso, para dar lugar a medios digitales ubicuos y lucrativos (itunes, netflix, flickr, la fotografía digital, youtube, el ebook en los nook, los kindle, las tabletas...), queda preguntarse qué sobrevive. Será que sobrevive la poesía?

Y si sobrevive... De qué se hace un poema?

Tuesday, October 4, 2011

Fertilidad


Bajo los viejos árboles
dos seres se revuelcan
y en la tierra se quedan
grabadas las siluetas
El sudor es rocío
sobre las hojas secas
Las carnes se deshacen
y alimentan la tierra

Ojos que lloran semen
labios que besan sangre
cuerpos que se consumen
almas crucificadas

Las niñas con sus niños
caminan de la mano
buscando un nuevo padre
y me pregunto cómo
se puede sentir tanto
y me pregunto cómo
se puede no sentir
y me pregunto cómo
el deseo subsiste
más allá de los límites
de la desesperanza

Un ser indiferente
contempla el melodrama
y pienso que no puede
ser tan indiferente

Un sexo que destila
plenitud y vacío
Lluvia sobre las flores
Verde sobre el aroma
Palomas sin tejados
volarán sin descanso
y no se posarán

Ondear de las aguas
Respiración de un dios
Temblor de las montañas
Rocas pulverizadas
Neblina en un nevado
Y una lenta caricia
y un estremecimiento
permanente
La corriente de orgasmos
baña el mar de la muerte


Juan Andrés Alzate 



Comentario: Uno de mis poemas favoritos, escritos en la época en que mi hijo estaba en gestación o muy recién nacido. Me encontraba caminando cerca del parque de Villahermosa y al otro lado de la calle una joven caminaba con un bebé que apenas estaba aprendiendo a hacerlo; ella lo llevaba de la mano hacia el parque. Allí nació esa frase clave: "las niñas con sus niños caminan de la mano buscando un nuevo padre".

El poema enlaza la idea de fertilidad, de sexualidad, desde lo particular (la pareja bajo la sombra de los árboles) hasta lo universal, desde lo pasado hacia lo futuro, revelando a su paso el universo convertido en un sexo que destila vida, vida que a su vez fluye como una corriente hacia la muerte.

Ahora, al releerlo, me trae a la mente las coplas de Jorge Manrique  (c. 1440 – 1479)

Nuestras vidas son los ríos 
que van a dar en la mar, 
que es el morir 

pero también las palabras menos austeras de ese que considero el más talentoso poeta colombiano, Porfirio Barba Jacob, en su Balada de la Loca Alegría:

entrad en la danza, en el feliz torbellino:
reíd, jugad al son de mi canción:
la piña y la guanábana aroman el camino
y un vino de palmeras aduerme el corazón.

La Muerte viene, todo será polvo:
¡polvo de Hidalgo, polvo de Bolívar,
polvo en la urna, y rota ya la urna,
polvo en la ceguedad del aquilón!


Friday, September 30, 2011

Que no destruyan tu vida


Que no destruyan tu vida
con sus promesas absurdas
con las palabras altivas
con los silencios insanos
con las farsas de sus vidas
con los dolores ajenos...
Que no destruyan tu vida.

Que no destruyan tu vida
los deseos los temores
los odios las simpatías
no temas a los errores
no creas en las ironías
y no te detengas por nada
Que no destruyan tu vida.

Que no destruyan tu vida
los ideales ajenos:
lucha sólo por la vida
los valores inventados:
sólo aprende de la vida
cuando todos digan muerte
Que no destruyan tu vida.

Cierra un instante los ojos
guarda silencio respira
deja que fluya la sangre
intégrate con la vida
deja atrás todo lo externo
siente sólo tu energía
todo queda atrás y lejos...
Que no destruyan tu vida.

Que no destruyan tu vida
sus ridículos fantasmas
sus inocentes rencores
sus miedos sus cobardías
la inseguridad que siembran
sus débiles energías...
vuelve los ojos adentro
Que no destruyan tu vida.

Juan Andrés Alzate - 1994 o 1995

Thursday, September 29, 2011

¿Qué  dicen sus palabras? Que te han abandonado.
¿Qué dicen sus miradas? Que ya no tienes vida,
que sobran las palabras, que te han abandonado...

Gabriel Múnera G.
De la canción "Sanatorio", 
parte del L.P. "Apariencias" 
de la agrupación TRON.

El que fue paraíso es un infierno.
El sueño se ha tornado en pesadilla.
Destruyeron la herencia de sus padres
en el nombre del ídolo blasfemo.
El poder que entre todos engendraron
se ha vuelto contra ellos
surgiendo desde todas sus riquezas,
dejando la miseria.

Inocente te encuentras entre el caos.
Buscas consuelo pero hallas locura.
Adviertes el ejército de arcángeles
que anuncia la venganza,
y comprendes que el tiempo se termina,
pero puede cambiar...

La tierra no ha vivido lo mejor.

Juan Andrés Alzate - 1990

Por aquel tiempo, la agrupación TRON estaba en el proceso de grabar su LP y CD "Apariencias". Como amigo de Gabriel y fan de la banda, escribí este poema para acompañar la carátula del LP (y en un proceso de retroalimentación cíclica, luego acompañé el poema con un trozo de una de las canciones). Por supuesto, el caos tiene una manera particular de interferir con los planes; muchas cosas pasaron que afectaron el proceso de grabación. El poema finalmente no fue incluido en la carátula pero igual la energía del poema y la de las canciones seguirán siendo inseparables.

El disco "Apariencias", igual que el poema, hablan de una ciudad que se ve muy distinto desde lejos y de cerca. Una ciudad que acumuló odio debajo del asfalto, y de repente se encuentra con que ese odio personificado se torna en su contra. Visiones de locura y destrucción a donde quiera que mires. La guerra toma unas proporciones míticas que desafían la cordura de los inocentes.

En los últimos años TRON se ha re-encarnado, y la denuncia de sus canciones sigue siendo igualmente válida. Las cosas han cambiado poco en estos 20 años. Las filosofías cambian, las "causas aparentes" se desplazan, pero el odio y la destrucción siguen haciendo estragos.

Cierro esta nota con una canción que hizo parte de "Apariencias", ahora interpretada por la nueva encarnación de TRON: "Voy cayendo"



Me resultó realmente difícil escoger cuál canción incluir aquí, así que los remito al canal Youtube de Tron: http://www.youtube.com/user/tronmed y a su perfil en facebook: http://www.facebook.com/TronRockMed

Tuesday, September 27, 2011

Pasado

¿En dónde están tus ojos, señor? ¿Dónde tus manos?
¿Dónde la risa franca que te hacía temblar?
¿En dónde están tus hijos? ¿Tus padres? ¿Tus hermanos?
¿Por qué los viejos bosques se hundieron en el mar?

¿Por qué tiemblan los niños y sangran los ancianos?
¿Por qué lloran las madres que ya no aguantan más?
¿Por qué las ilusiones se diluyen en vanos
sacrilegios inútiles contra la sociedad?

Donde ayer hubo fuentes sólo quedan pantanos.
Las verdades profundas se ocultan en arcanos.
Los niños que olvidamos ya no renacerán.

Las palabras se quiebran, y es una maravilla
ver que se cristalizan, ver la noche que brilla,
sentir olor de bosques en en fondo del mar.

Juan Andrés Alzate


Comentario: comenzaba la década de los noventa. Medellín hervía. Pablo Escóbar se había escapado de la Cárcel de la Catedral. La ciudad estaba atemorizada. Cada noche nos encerrábamos en las casas a esperar las explosiones, que comenzaban a eso de las ocho de la noche, cuando no los tiroteos al frente de las casas. Los helicópteros volaban en la oscuridad a la búsqueda del fugitivo. Las amenazas llovían de todos lados y contra todos.

Fue en esa época cuando el llanto de una madre que ya no aguantaba más me inspiró a escribir este soneto, que comienza con la desolación de un viejo en el cual todos estamos representados. Un viejo que se enlaza con el pasado y el futuro a través de sus padres y sus hijos, las generaciones que pasaron y las que vienen. Un viejo al que le preguntamos qué pasó, por qué todo se fue a pique y por qué todo lo que tratamos de hacer no pasa de ser una vana ilusión.

En aquellos días ser joven, y en especial ser varón y ser joven, era sinónimo de ser un sospechoso. Nunca olvido al policía que me detuvo para requisarme mientras trataba de cruzar una calle y un circular venía directo hacia mí. Mi crimen era tener cabello largo y vestir con chaqueta de bluyín. El policía se "timbró" cuando sintió algo duro en el bolsillo de mi chaqueta. Preguntó alarmado qué tenía ahí, y yo del susto ni me acordaba. Era un marcador.

Tampoco olvido los guardias de seguridad que me detuvieron a la salida del Cafetero bajo la suposición de que había robado una cajita de marcadores de colores que llevaba en la mano. La había comprado allá mismo una semana antes, y por el sólo hecho de haber estado en el almacén ese día sin comprar nada, me armaron un escándalo cuando me subía a la buseta y me hicieron bajar como si fuera un ladrón, para llevarme a la oficina de seguridad. Allá comprobaron que los marcadores estaban usados. No tenían nada en mi contra, excepto que me gustaba ir a ese almacén con mi novia en las tardes de ocio.

Mucha gente murió en aquella época. El muchacho que vendía chicles en la esquina de la Playa con Córdoba -apuñalado, el que cuidaba y lavaba carros en la misma cuadra -también apuñalado. Un anónimo caminante abaleado al frente de Bellas Artes. La violencia iba permeando la zona de Boston y el Centro. Pablo Escobar pagaba por policía muerto. Se acuñó la palabra "desechable".

Es increíble el grado de despersonalización que se puede alcanzar. A ratos se olvida que cada muerto fue el hijo de alguien, el nieto de alguien. Los niños que olvidamos ya no renacerán.

Todavía no acabamos de pagar las consecuencias. Ese no fue ni el principio ni el final de nuestra violencia. ¿Qué más quisieramos que no hubieran más armas en Medellín, que no hubieran más muertos, conocidos o anónimos? Cada vida es irrepetible, cada muchacho es único.

Nadie debería morir violentamente. Nadie debería levantar un arma contra otra persona. Negarle al otro su derecho a existir y ser individual es aceptar que alguien más nos niegue nuestro propio derecho a existir y ser quienes somos. Lo que se toma por la fuerza se pierde por la fuerza.

Pero el poema acaba en una nota de esperanza. Siempre queda un brillo en la oscuridad. Siempre queda el aroma de los viejos bosques, incluso después de que se hundieron en el mar.

ps: Al transcribir mi poema no pude evitar la tentación de editarlo un poco para decantar el estilo y eliminar el artificio.